El sonido de las esferas

``Radiación del silencio``

Óleo sobre tela, 200 x 100cm. – 78,8 x 39,3″

``Cáliz del loto azul``

Óleo sobre tela, 200 x 100cm. – 78,8 x 39,3″

``Paisaje de plata``

Óleo sobre tela, 200 x 100cm. – 78,8 x 39,3″

``Nuevos mundos, infinitos soles``

Óleo sobre tela, 150 x 190cm. – 59 x 74,8″

``El sonido del sol``

Óleo sobre tela, 160 x 120cm. – 62,9 x 47,2″

``El sonido de las esferas``

Óleo sobre tela, 200x200cm.- 78,7 x 78,7″

``La danza de las esferas``

Óleo sobre tela, 200 x 200cm. – 78,7 x 78,7″

``El sonido del cosmos``

Óleo sobre tela, 140 x 120cm.- 55,1 x 47,2″

``Peregrinos astrales``

Óleo sobre tela, 160 x 140cm. – 62,9 x 55,1″

``Vagabundos cósmicos``

Óleo sobre tela, 180 x 120cm – 70,8 x 47,2″

``La mirada expandida``

Óleo sobre tela, 90 x 120cm. – 35,4 x 47,2″

``La danza de jade``

Óleo sobre tela, 80 x 80cm. – 31,4 x 31,4″

``Nostalgia de la luz``

Óleo sobre tela, 110 x 100cm. – 43,3 x 39,3″

``Cosmovisión I``

Acuarela sobre papel de arroz, 60cm diámetro – 23,6″

``Cosmovisión II``

Acuarela sobre papel de arroz, 60cm diámetro – 23,6″

¿Estás interesado en alguna de estas obras?

Nora Alvarez

«La música de las esferas»

“La música de las esferas” hace referencia a la idea de que ciertas combinaciones sonoras que resultan consonantes , derivan de las mismas proposiciones que aquellas con las que esta construido el universo y que en un sentido inverso, el movimiento de los astros responde a esas consonancias musicales. Esta música perfecta a la que refiere el mito pitagórico no es perceptible por el oído humano , solo tiene la belleza de un concepto armónico y matemático.

La teoría de la armonía de las esferas que se remonta al filosofo griego Pitágoras afirma que el mundo entero se compone de armonía y números. Tanto el alma microscópica como el universo macroscópico se articulan en proporciones ideales que se pueden expresar con una secuencia de sonidos. El movimiento de los astros en el firmamento obedece a las mismas proporciones armónicas que la música.

Este planteamiento metafísico esta originariamente ligado a una visión del cosmos en la que los astros están contenido en esferas concéntricas que giran, produciendo sonidos consonantes que se ajustan a determinadas proporciones armónicas.

Los griegos concebían al creador del universo en términos de verdad absoluta y no como un dogma heredado o una sabiduría recibida.  Deducían que forma  y el numero eran esenciales  para el universo y para llegar  a la realidad física, la creación, parte de formas abstractas no percibidas por los sentidos.  La sutilezas del numero y lo absolutos de la geometría eran parte del mundo empírico, la estructura escondida tras la materia física.

Hoy sabemos que todo lo que hace el ser humano forma parte de una malla a la que pertenece con su tiempo y su cultura. La creación de esta red,-paradigma-lenguaje-cultura-, es el orden construido, el arte, la ciencia, la religión. Intentar configurar una ideología del tiempo y del espacio es querer asumir la condición “divina del hombre”, para que este pudiera verse como verdadero creador. Considerarse como parte de un universo diseñado de acuerdo a un proyecto al que se le adjudica un sentido trascendente, quizás para aceptar lo azaroso del caos.

Esta fuerza creadora es aun un misterio inexpresable, que llevamos dentro y que el artista intenta acercarse a su fuente para revelarla, manifestarla. Es también, quizás una forma de materia no perceptible a los sentidos que unido a ella toma cuerpo y se convierte en forma, en realidad.

La obra de arte, refleja esta fuerza, es también la génesis que participa de ese movimiento, ese principio, esa visión.  El sonido o “palabra original”, pone en vibración la materia de la cual están hechas todas las cosas.

“Al Principio era el Verbo”.